¿Es posible que existan dos sabidurías?, bueno esta respuesta se encuentra en las Sagradas Escrituras por una afirmación de consecuencia lógica, meramente no se nos dice “Hay dos sabidurías” pero si podemos concluir en eso por la Cita Bíblica que hoy utilizaremos
Vaya conmigo al Libro de Santiago capitulo 3 Versículo 13 al 18
13¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Mire y observe lo que dice en el verso 15 Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal y diabólica. Podemos entonces afirmar que hay una sabiduría utilizada para causar daño, una sabiduría para colocar en continua confrontación a los creyentes, Santiago nos esta hablando sobre aquellos que tienen celos amargos y contención en el corazón, esto significa un constante rencor en contra de aquellos que nos ofenden, si bien es cierto que como seres humanos y como poseedores aun de nuestra vieja naturaleza no podemos desviar sentimientos y emociones meramente humanas, ellos deben de ser pasajeros y encontrar el perdón y el amor en el regalo de salvación de Jesucristo, porque si tenemos en nuestro corazón ira y enojo constante solo somos un vaso de la sabiduría diabólica,
Nuestro Dios es sabio, eso lo comprendemos lo sabemos y lo atesoramos pero pocas veces nos damos cuenta que Satanás también heredo sabiduría e inteligencia, el obviamente ha desviado esa sabiduría y la esta utilizando en este tiempo (y aun en el Siglo I) para poder crear contención en los corazones de los cristianos, es común ver iglesias discutiendo por dinero, por doctrinas, por costumbre o por simples enojos personales, pues déjenme decirles que esa sabiduría es terrenal, animal y diabólica.
Aun aunque no compartamos la misma fe, y aun cuando sean ellos errados doctrinalmente, o posiblemente son sectas o religiones totalmente diferentes a nosotros nuestra actitud no debe ser de contención ni de rencor en el corazón, Santiago nos dice que eso no viene del Señor, mas adelante el nos habla de la actitud de aquellos que han heredado la sabiduría de Jesús y dice : “. 17Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” No parece lo que hoy día hacemos, muchos creen que con hablarle a los profesantes católico romanos de los “muñecos” o los “ídolos” les llevaremos a la verdad, lo único que conseguimos es frustración para ellos y para nosotros, o que con ofender a aquellas denominaciones diferentes a las nuestras les haremos volver de sus diferencias, no nos damos cuenta que lo único que conseguimos es cerrarles mas sus posicionamiento,
Finalizo diciendo que donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa., mas sin embargo si nos consideramos verdaderos hijos de Dios, nos jactamos de la verdad, y proclamamos aullando nuestra sabiduría debemos Mostrar por la buena conducta nuestras obras en sabia mansedumbre
Biblia del Diario Vivir nos dice ¿Ha conocido a alguien que afirma que es sabio pero que actúa con necedad? La sabiduría verdadera puede medirse por la profundidad del carácter de una persona. Así como usted puede identificar un árbol por el tipo de fruto que produce, también puede evaluar su propia sabiduría por la forma en que actúa. La necedad conduce al desorden, pero la sabiduría conduce a la paz y a la bondad. ¿Está usted tentado a agrandar el conflicto, hacer correr el chisme o echar leña al fuego de la discordia? Las conversaciones agradables, así como las palabras prudentes y amorosas, son semillas de paz. Dios ama a los pacificadores
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